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martes, 8 de octubre de 2019

El Guasón o Joker


Ya sabemos todos que la película el Guasón ha sido una de las más vistas durante esta semana de estreno, y ni qué decir de lo que ha recaudado!!!

Desde que vi los adelantos me dije hay que verla, fui el fin de semana pasado y pues valió la pena, excelente actuación de Joaquín Phoenix, actorazo, y ni qué decir del trasfondo del tema.

Fue inevitable que muchos de los asistentes aplaudiéramos al final de la proyección.

Mientas veía la película pensaba: este hombre sufre de una enfermedad mental, no hay de otra. Pero cuando empezó a reírse y le pasó una tarjeta a una señora indicándole que sufría de una enfermedad, y no era que se burlada confirmé el asunto (llegué a casa y busqué, y si realmente la enfermedad existía y encontré que se le denomina epilepsia gelástica pero también se le conoce como risus sardonicus o enuresis risosa. En otros lugares encontré que se llamaba labilidad emocional, es decir este doloroso trastorno existe).

Estuve muy atenta a su entorno, a su madre, a su tristeza profunda y ese deseo de cumplir sus deseos, pero de verse poco valorado, y lo peor de todo: el saber que a pesar de que era CONSTANTE tanto en el uso de sus medicamentos, como con las visitas a su terapeutas o trabajadora social, eso no valió de nada, el estado, el medio, o lo que sea lo abandonó, lo hizo a un lado, se encargó de hacerlo un ser  INVISIBLE Y AUN MENOS IMPORTANTE, un enfermo sin posibilidad de tratarse a pesar de su deseo y necesidad de hacerlo!!!

Esa es la salud mental que reina en nuestro medio: es poca o nula, y la poca que hay en muchos casos es limitada, casi que mendigada por quienes necesitan atención, cuidado, ayuda, y hasta misericordia.

Siempre, en las mañanas y en las tardes agradezco por mi vida y todo lo que me rodea a todo nivel, y hago una mención especial a la posibilidad de contar con acceso a la salud, a especialistas y sobre todo a los medicamentos que bien sabemos que a veces llegan a ser un lujo o privilegio. Agradezco por estar estable, bien, contar con un excelente entorno familiar y social, y el ser competente no solo a nivel mental, corporal, y espiritualmente.

Ayer leía muchos artículos que comentaba acerca de la película y encontré el siguiente comentario de una señora: “Demuestran la gran pasión por lo violento en la humanidad”.

Pensaba: o la señora no ha visto la película, o no entendió el mismo mensaje que muchos y yo captamos. Quizá pensaba que los que alabábamos la actuación del actor y el contenido de la película hacíamos una apología a la violencia.


Así que le respondí: “Estimada, yo lo vería desde el punto de dar la importancia a la salud mental en nuestros días, y la urgencia de ser diagnosticada y tratada eficientemente”.

Al final la señora me contestó: “interesante sugerencia, gracias, así debe ser…”

Es verdad que la insatisfacción de la sociedad de ciudad Gótica generó una inconformidad y violencia, y que el asesinato de los 3 jóvenes por parte del Guasón hizo que su acción fuera tomada como una especie de bandera para seguir levantándose, pero no se puede ver solo esa arista.

Es necesario ver que el abandono del enfermo mental y su mal manejo por parte del entorno: familia, cercanos y servicio médico y social, pueden generar la pérdida irreparable de un ser humano con deseos, sueños, capacidades y potencialidades.

Todos tenemos derecho a la salud y una calidad de vida decente!!!



martes, 3 de septiembre de 2019

Medicamento y beneficios de los médicos

Hola, ya varios días sin escribir.

Hoy quiero hablar de un tema que es desconocido por algunos, pero sabido por otros. Un asunto callado, asumido y "aceptado".

Hace muchos años trabajé con varios médicos, compartiendo con ellos 5 días a la semana por 8 horas durante muchos años, es imposible no darse cuenta de cómo es su trabajo y como lo usan para beneficios personales.

No es raro que todos de alguna que manera queramos obtener beneficios, pero lo que yo cuestiono es cómo se puede  abusar de ello valiéndose de la salud y los recursos económicos de los pacientes.

Los doctores con los que trabajaba obviamente recibían la visita de los llamados visitadores médicos, quienes le presentan productos, les dejan muestras y a la vez les ofrecen diferentes tipos de beneficios si medican sus productos... pues sí, es así.

Mis jefes recetaban medicamentos a cambio del pago varias cosas: aquí algunas de ellas: inscripciones a seminarios, y no solo eso, los gastos de hospedaje, alimentación, pasajes y etc, tours, y muchas cosas más

Podían a la vez obtener equipos médicos que ellos necesitan para sus consultas particulares, pasajes para temas de descanso y vacaciones, y mil cosas más.

Recuerdo que muchas veces mis jefes me mandaban a mí a los visitadores para que yo les indicara que necesitaba yo en la oficina: en una oportunidad pedí una impresora que obviamente él no compraría, otras veces debía pedía el almuerzo para los estudiantes de postgrado que asistían una vez a la semana, pedía también toda la papelería que sería usada para los seminarios que organizábamos, pedía cosas que necesitaban las esposas de mis jefes o sus hijos... y todo a cambio de qué?. DE QUE MIS JEFES RECETARAN SUS PRODUCTOS.

Recuerdo vívidamente una ocasión en que una visitadora insistío en ser recibida por uno de mis jefes: la idea era darle lo que él quisiera a cambio que él recetara a los bebes recién nacidos y que se encontratan en la UCI neonatal una inyección que en aquella época costaba más de un millón de pesos!!! Qué papá no hace lo que sea por salvar la vida de su pequeño??? Mi jefe no lo pensaba dos veces, indicaba la inyección y el papá vería de dónde salía el dinero... a cambio: mi jefe y su esposa viajaban con todos los gastos pagos de vacaciones, o pedían asistir a congresos en el exterior que ellos no querían pagar, nuevos celulares o equipos tecnológicos, o lo que por esos días quisieran pedir.

Otro de mis jefes quiso montar aparte de su consulta particular,  una especia de empresa que prestaría servicios a otros de sus colegas. La idea era importar unas máquinas de Alemania y venderles el servicio a los otros. Que cómo lo logró? Pues ya saben la respuesta: un laboratorio cumpliría su sueño a cambio de que él medicara sus remedios. Este mismo doctor indicaba cirugías que no eran necesarias para los pacientes, a esa canallada llegaba este infame: abría al paciente y ya, todo en complicidad de otros médicos y el personal de asistencia en cirugía que no podía decir nada, era su trabajo y de ello dependían.

Ejemplos tengo miles, y es por eso que cuando voy a mi psiquiatra siento que estoy siendo abusada. Desde febrero me indicó un nuevo medicamento de un valor elevado y que obviamente no cualquiera puede acceder, yo entendí que quizá era necesario porque había entrado en una manía y era lo que necesitaba en el momento.

A los meses y sin esperarlo mi médico general me preguntó que para que estaba tomando ese remedio, si ya estaba tomando al mismo tiempo uno igual pero de "menor precio" (menor precio entre comillas, pero por lo menos no tan caro)?. Yo le dije que era lo indicado por el psiquiatra.

Salí de la consulta y me puse a indagar, efectivamente eran los mismos compuestos y la misma función, solo que diferente marca y una gran diferencia en el precio!!!

Hace poco tuve cita con el psiquiatra y le comenté que el remedio caro que estaba tomando no lo había podido conseguir, y es cierto, no ha llegado a las droguerías de la ciudad desde hace 2 meses. Yo tengo de reserva 2 cajas, pero no sé que pasará cuando las termine. Él solo me dijo que debía seguir tomándola, que viera dónde la podía conseguir porque era necesaria.

Y aquí vuelvo atrás y recuerdo lo que ví durante años de mis jefes "médicos" y me digo: será que yo estoy siendo "victima" de la misma práctica...

Esta es mi catarsis, es lo que tenemos que vivir muchos y que es lo que nos tocó. Se preguntarán por qué no cambio de doctor?. Pues no lo puedo hacer porque el que tengo es el que me asignaron y cambiarlo sería fácil, pero conseguir otro  una odisea.

Les ha pasado, han sentido que han sido víctimas de esas mala "praxis".  

Por qué no hay ante quién quejarse?. Por qué debemos aguantar esto?. Estamos en las manos de algunos mercaderes de la salud que no les importa lo que firmaron al terminar sus carreras. 

Aquí estamos a su merced!!!

viernes, 21 de junio de 2019

Les ha pasado?

Les ha pasado?

Desde hace un tiempo alguien muy cercano a mí ha tenido que afrontar muchas situaciones que estresarían a cualquiera.

Esa persona siempre ha sido, no sé como definirla... alguien que no se revela ante las injusticias, frente a las situaciones de abuso a las que se ve enfrentado. Se queja y alega contra los abusos del estado de los temas laborales, pero de eso no pasa.

Pues colapsó, no me ha dicho exactamente por qué, pero creo que es un cúmulo de todo: su trabajo es una de las causas más directas, tiene un trabajo de mierda, sin descansos, con compañeros que sin una porquería, y debo admitir que incluso yo soy parte de eso y sé que he sido consciente de eso y no he cambiado...

Entró en un desgano, en un deseo de no querer hacer nada, menos aun las cosas que tanto le gustan. Con insomnio impresionante, su cuerpo pesado y ansioso.

Hace poco se decidió a decirme todo lo que le pasaba, sentí tantas cosas. Me quedé sorprendida de las cosas que dijo y de las cosas que sentía. Esas cosas me asustaron y mucho. No son cosas "normales", me dije aquí pasa algo!!!.

Lo convencí de ir al médico general, quien le dijo: esto se veía venir. Lo remitió a un servicio especial que cubre ciertas enfermedades que son muy recurrentes en el país: depresión. No antes sin hacerlo prometer que seguiría el tratamiento que le indicaran, que no se podía esperar más, que era ahora o después iba a ser más complejo. 

Cuando logré estar sola lloré, me pregunté cómo no me dí cuenta?. Y lo más complejo: es si iba a dar la talla para apoyarlo!!! Llamé a mi mamá y le conté lo sucedido. Me alentó y me dijo que yo era capaz de estar ahí

Me dije: llegó mi hora de apoyar, de dar todo y más de lo que esa persona me ha dado a mí, no solo en la vida cotidiana, sino en mis periodos depresivos y maniacos.

Y aquí estoy fuerte, muy fuerte, colaborando, haciendo lo que espero para mí, sonriendo, dando gusto en las cosas sencillas y complejas.

Animando en la toma del medicamento, en ayudarle con algunas sustancias de medicina alternativa.

Su entorno más cercano, ese que él quiere le ha dado precisamente por estos días un gran disgusto. Un tema que yo siempre le he hice caer en cuenta pero que nunca quizo aceptar, o por lo menos de frente o ante mí (a eso es lo que me refiero cuando más arriba digo yo también soy parte de este colapso). Esas personas durante años ha abusado de lo buena persona que es, tanto que ellos mismos dicen que todos saben que él nunca dice que no y que por eso lo buscan.

Y sí, eso me pasó y estoy viviendo y viendo a la vez como otro que amo lo vive. Siento que el medicamento le ha ayudado, solo espero que sea constante. Hasta ahora parece que viendo lo que vivió supo que es indispensable. Constó que entendiera que el medicamento no actua como una aspirina: a la media hora. No, esto es de semanas, es de tiempo, no es mágico.

Igual hacerle entender que ir al psicólogo no es de locos, que es necesario hablar, buscar, indagar. Ahora mismo es consciente que es importante poder hablar con alguien.

Aquí frente al cañón, creo que lo he hecho bien, que el dolor al escucharlo y mi temor por no dar la talla quedó en eso. 

Les ha pasado?. Pasar de ser el atendido y cuidado a cuidar a alguien con una enfermedad mental?. 

Gracias por leer, la verdad es parte del desahogo.




jueves, 16 de mayo de 2019

Marzo y abril


Fueron dos meses de estar ahí, regresando, dando, ayudando, honrando.

Un sábado al encender el wi-fi de mi celular me encuentro un wapp donde un familiar me pide un favor, lo leí, se lo leí a mi esposo y lloré, y le pregunté que opinaba, él me dijo tu decides pero es el momento de ayudar como lo has dicho.

Uno de mis padres estaba empezando un tratamiento, y el otro debía acompañarlo, mis padres no es que sean personas muy mayores, pero ya se les nota el agotamiento, el cansancio, los años se hicieron presentes y cuesta aceptarlo, a veces lloro de pensar en que mueran: que voy a hacer yo???. Sobre todo si me falta mi mamá: no sé que voy a hacer. Un día (hace poco) le dije: madre si tu te mueres, me vienes a llevar rápido, porque yo no sé que haría sin ti. Ella siempre ha sido la mujer más fuerte que he conocido, me respondió: seguir viviendo. Sé que sabe que soy débil, pero sé que nunca me diría algo que me bajoneara, que me hiciera sentir que no soy capaz (lo escribo y lloro, no puedo evitarlo).

Llamé a quien me mandó el mensaje, le pregunté si la cosa estaba muy grave, (valga la pena anotar que yo estaba al tanto de la enfermedad, del tratamiento a seguir, y estaba constantemente llamando para preguntar acerca del proceso, ofreciendo mi ayuda económica y obviamente mi presencia si era necesario).

El tema no estaba grave, pero si a mi madre le estaba tocando pesado y lo que menos queremos es que ella también se enferme.
Compré pasajes rápido y estaba viajando en menos de dos días, llegando de sorpresa y observando como mis padres se sorprendían pero a la vez se alegraban.

Empecé a acompañar a la terapia, a levantarme muy temprano, a ayudar en lo que más pudiera… desde que fui diagnosticada como BP se hizo importante mantener una higiene del sueño y pensé en que tenía que dormir, que era necesario mantenerme estable, no era la idea ir a ser una carga más.

Pues hoy puede decir ya de regreso en mi casa hace 10 días que lo logré, que a pesar de las pocas horas de sueño, de la exigencia física me mantuve invicta!!! Los últimos días ya se notaba mi cansancio, la necesidad de dormir.

Hubo un día en que no me dormí temprano y al otro día amanecí insoportableeeee, lo interesante es que el día anterior varios me dijeron: no  te trasnoches… y yo dije sí, ya saben cómo me pongo jajaja, que feo decirlo pero es como el dicho: “para que me invitan, si saben cómo me pongo” jajaja.

El trasnocho valía la pena, la persona que llegaba esa noche merecía que la esperáramos despiertos. Al otro día mi yo insoportable se hacía presente, pero  no caí en cuenta. Lo “chistoso” es que una sobrina me pregunta: no dormiste bien, cierto???. Y yo sí, no dormí bien, me faltó sueño,. Me dice: se nota… jaja me reí y caí en cuenta que estaba tan insoportable como me sentía. Me dije a mi misma: mantente lo más calladita posible, no se te salga algo desagradable. Y estuve bien hasta que en la tarde me dio por hablar de alguien que saca lo peor de mí, y ahí se me salieron mil cosas desagradables, muchasssss, no paré, y aunque veía que alguien que no me conoce mucho me observaba así como “y esta???”, yo me daba cuenta que dije cosas bien desagradables, pero seguía.

Que tenaz es eso de darte cuenta de que la estás embarrando y sigues.

Menos mal que ya quedaban pocos días por irme, aunque siempre que regreso no puedo evitar llorar, sentir que pude ayudar más, que me necesitan. Y es que soy de las personas que creen que a los padres hay que amarlos, pero sobre todo honrarlos en vida.

Que sepan que hicieron de ti una persona de bien, una persona agradecida, una persona que vale la pena. Mis padres fueron definitivos hace más de quince años cuando tuve mi primera y gran depresión, no sé que hubiera sido sin su apoyo y el del resto de la familia, no solo entonces, sino hasta ahora.

Regresé bien a mi casa, con el dolor de no seguir ayudando, pero con tranquilidad que mi cuerpo y mente dieron la talla, se comportaron, se mantuvieron y sobre todo no me defraudaron. Durmiendo hasta pasadas las 10:00 a.m.

Desde que me diagnosticaron descubrí que las situaciones de stress y exigencia me ponen mal, exacerban mi ser, se ponen alerta y muchas veces no dan lo mejor de mí,  sacan a la persona agresiva, ofensiva que está alerta para que “el mundo no le gane, no se la lleve por delante”. Siempre he sido despierta, no me la ganan fácilmente, siempre soy pilar, la que saca la cara, la que soluciono las cosas, pero ya no calmada como antes, sino desmedida, con palabras ofensivas y muy desagradable, y lo peor, con la gente que amo y que no sé cómo me soporta.

En los próximos días se viene unos días que ya sé son de generar estar alerta y atenta para que otros no la embarren… espero no ser yo la que saque la cosa adelante, pero sin ofender, sin embarrarla.

Ya se siente el cambio de estación y yo aquí, tres meses sin ver al psiquiatra, no siento que lo necesite, esperaré un mes más.

Estos días he encontrado más blogs de bipolares, me he pegado en la lectura, es interesante conocer a otros que viven, sienten, y piensan como tu, y leer a otros que quizá la pasan peor que tu, siempre hay alguien mejor y peor que tu y aunque no es consuelo, si te hace sentir no tan anormal…

Gracias por leer.

martes, 19 de febrero de 2019

Es febrero...


Los bipolares siempre estamos hablando de recaídas, de subidas, de eutimia, de sentirse bien y dudar si es una alarma, de nos sentir nada y pensar en que no vale la pena estar así, o de tal manera.

Es tan sencillo para algunos estar a full y seguir su vida, o sentirse bajoneado, vivirlo y superarlo.
Pues yo aquí de nuevo, al igual que muchos de los blogs que he leído en estos últimos días, parece que el fin e inicio de año son determinantes.

Mi doctora ya me lo había dicho, pero como que uno no lo ve o siente así, o quizá no lo quiere ver y sentir así.

Ahora en retrospección recuerdo que para diciembre no sentía ese deseo de poner la decoración de navidad, pero que cuando lo hice me quedó lindo, además de que innové la presentación del pesebre, pero algo no andaba “normal”, el mes se me pasó rápido y la verdad no lo sentí navideño, jajaja, no sé como expresarlo, como menos festivo. En mi país las novenas de navidad son importantes y en mis creencias y tradiciones también, y a pesar de hacerla sola porque no tengo amistades ni de mi país, ni del que vivo, pues la hago sola, pero fue igual, como plano.

Se llegó enero y normal, pero empecé a sentir lo que en febrero del año pasado: un arrastre de las frases, el saber las palabras pero que no salen, el sentir la lengua medio trabada, no muy marcado, pero si notorio para mí.

Tuve mi control con el psiquiatra y no hubo cambios de medicamentos o aumento. Yo aun así “alerta”, pero no tanto.

Después se vinieron unos días de descanso con mi esposo y un viaje por salud a la capital, y eso como que detonó todo: el estar en una ciudad grande que te demanda estar atenta, no perder tiempo (aunque ahora veo que no era perder tiempo, ya que tiempo había, aunque pensaba en los gastos de más, que a la hora de la verdad se podían cubrir y se cubrieron). Adecuarse a que yo soy rápida, no me avergüenza pregunta preguntar si es necesario, buscar otras opciones etc. y eso entra en discordancia con lo que es mi esposo, más lento, vergonzoso, con temor a preguntar, llevado a su idea y otras cosas hizo que yo tuviera que tomar el mando (como siempre) y acelerarme, hasta el punto de estar  discutiendo casi todo el tiempo, desesperarme, y él lentooooo jajaja.

Los días allí fueron diferentes, de conocer un poco pero a regañadientes, porque el uno quería quedarse estático y la otra aprovechar la visita a la ciudad, querer conocer y el otro quejarse porque la gente de la capital es poco amable, “miente” a la hora de darte una orientación etc.

Al final choque todo el tiempo, pero después unos días de irnos a otro lugar, uno que yo deseaba conocer y que si lo hubiéramos planeado no se habría dado. Ahí de nuevo yo querer explorar al máximo, conocer, estrujar todo y él lento…

Conocimos lugares hermoso, que para cualquiera en éste país son costosos (y sí que lo son, pero vale la pena la inversión), pero al final, al pasar los días y regresar a la realidad, me dí cuenta que no disfruté como hubiera deseado, que quise abarcar tanto de esos lugares que no los exploré como debiera ser, que me dedique a tomar fotos i videos que no recuerdo haber visto, observado, oído y escuchado, sentido y explorado, y menos aun estar pendiente de lo que hablaban los guías. Al pasar eso de no escucha y darme cuenta de ello me decía, bueno al llegar a casa puedes leer sobre todo.

Ya para regresar recordé  que tenía mi control con el psiquiatra, sabía que era factible que no iatse puede ir…

Al final fui, era como saber que debía ir aunque no sintiera que hubiera nada de raro, o algún cambio o algo, pero a la vez si.

Mi esposo me recomendó comentarle de mi estado irascible, que sí lo noté y muchoooo, pero achaqué a la urgencia de ser yo la que tomara el mando porque sino era así mi esposo no haría nada, se quedaría estático y perderíamos el tiempo y la gran ciudad nos comería.

Pues sí… es febrero, o mejor aun diciembre y enero los que avisan que en febrero se viene la cosa jajaja.

Efectivamente mi doctor me encontró “diferente”, y yo que no, pero sí.

Y aquí estamos con un nuevo medicamento porque al parecer el que tomo en la mañana no está actuando como debería, y el otro necesita apoyo.

No se podía suprimir y cambiar el que no está “trabajando” porque mi médico no estaría en caso de que el nuevo no funcionara, así que nuevo medicamento en la mañana que me tiraría a los brazos de Morfeo y solo estar “alerta” durante 2 ó 3 después de despertar.

Era de esperarse, el medicamento supongo en  para parar la máquina, decirle pare que se puede dañar, deje le hacemos mantenimiento… la cosa es que estar dormida todo el tiempo no era la idea más aun si por fin en muchossss años mi esposo y yo tendríamos unos días de “descanso” y no era la idea uno despierto y a otra fundida.

Pedí a mi médico cambiar el horario para la noche, de manera que el efecto de dormir fuera en el horario que todos esperamos o deseamos que sea.

Aquí estoy como dije hace un rato, recordando desde hace unos días que hace ya casi 3 años la cosa empezó por los mismos meses, y se fue “alborotando” con el paso de los días.

Que es esta época donde la cosa se pone fea y que estar alerta es la clave. He revisado no solo mis recuerdos, sino también una libreta que hace casi 3 años me sugirió una psicóloga donde debo anotar mi estado de ánimo y una calificación para él, el estado y calidad de mi sueño, así como qué medicamentos todo, la cantidad y cómo se deben tomar, y mis días de periodo (estos 3 últimos ítems los agregué yo).

Me siento bien, trato de evitar confrontaciones con mi esposo que es mi única compañía, aunque a veces me siento como la mamá que debe estar en todas, porque si no la cosa no funciona, menos si hay temas de salud de la otra parte que debes estar atenta porque sino sería una ensalada.

Leí a muchos y veo que la cosa es similar en la mayoría, no me quejo al final de todo, porque tengo la “gracia” de no trabajar y que eso empeore el tema por aquello de la necesidad de un sueldo y de tener que rendir y soportarme no solo a mí, sino a los demás. No tengo hijos, puedo dormir, a pesar de que a veces mi esposo no ayuda al hacer ruido cuando se despierta (aunque reconozco que ha sido muy receptivo con este tema, ya que sabe que si no duermo lo suficiente mi genio el resto del día es endemoniado jajaja y es mejor evitar supongo que es lo que piensa).

Y bueno, cómo va su enero y febrero?. Me gustaría leer algún comentario, o por lo menos un saludo.

Que pasen rápido el tiempo, la cosa se estabilice y la vida fluya hasta la próxima vez.

Apoyo y solidaridad

Hola para aquel que pase por aquí. Ya van varios meses en que no escribo, pero hoy al leer el blog de http://unbipolarmas.blogspot.com/2...