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martes, 19 de febrero de 2019

Es febrero...


Los bipolares siempre estamos hablando de recaídas, de subidas, de eutimia, de sentirse bien y dudar si es una alarma, de nos sentir nada y pensar en que no vale la pena estar así, o de tal manera.

Es tan sencillo para algunos estar a full y seguir su vida, o sentirse bajoneado, vivirlo y superarlo.
Pues yo aquí de nuevo, al igual que muchos de los blogs que he leído en estos últimos días, parece que el fin e inicio de año son determinantes.

Mi doctora ya me lo había dicho, pero como que uno no lo ve o siente así, o quizá no lo quiere ver y sentir así.

Ahora en retrospección recuerdo que para diciembre no sentía ese deseo de poner la decoración de navidad, pero que cuando lo hice me quedó lindo, además de que innové la presentación del pesebre, pero algo no andaba “normal”, el mes se me pasó rápido y la verdad no lo sentí navideño, jajaja, no sé como expresarlo, como menos festivo. En mi país las novenas de navidad son importantes y en mis creencias y tradiciones también, y a pesar de hacerla sola porque no tengo amistades ni de mi país, ni del que vivo, pues la hago sola, pero fue igual, como plano.

Se llegó enero y normal, pero empecé a sentir lo que en febrero del año pasado: un arrastre de las frases, el saber las palabras pero que no salen, el sentir la lengua medio trabada, no muy marcado, pero si notorio para mí.

Tuve mi control con el psiquiatra y no hubo cambios de medicamentos o aumento. Yo aun así “alerta”, pero no tanto.

Después se vinieron unos días de descanso con mi esposo y un viaje por salud a la capital, y eso como que detonó todo: el estar en una ciudad grande que te demanda estar atenta, no perder tiempo (aunque ahora veo que no era perder tiempo, ya que tiempo había, aunque pensaba en los gastos de más, que a la hora de la verdad se podían cubrir y se cubrieron). Adecuarse a que yo soy rápida, no me avergüenza pregunta preguntar si es necesario, buscar otras opciones etc. y eso entra en discordancia con lo que es mi esposo, más lento, vergonzoso, con temor a preguntar, llevado a su idea y otras cosas hizo que yo tuviera que tomar el mando (como siempre) y acelerarme, hasta el punto de estar  discutiendo casi todo el tiempo, desesperarme, y él lentooooo jajaja.

Los días allí fueron diferentes, de conocer un poco pero a regañadientes, porque el uno quería quedarse estático y la otra aprovechar la visita a la ciudad, querer conocer y el otro quejarse porque la gente de la capital es poco amable, “miente” a la hora de darte una orientación etc.

Al final choque todo el tiempo, pero después unos días de irnos a otro lugar, uno que yo deseaba conocer y que si lo hubiéramos planeado no se habría dado. Ahí de nuevo yo querer explorar al máximo, conocer, estrujar todo y él lento…

Conocimos lugares hermoso, que para cualquiera en éste país son costosos (y sí que lo son, pero vale la pena la inversión), pero al final, al pasar los días y regresar a la realidad, me dí cuenta que no disfruté como hubiera deseado, que quise abarcar tanto de esos lugares que no los exploré como debiera ser, que me dedique a tomar fotos i videos que no recuerdo haber visto, observado, oído y escuchado, sentido y explorado, y menos aun estar pendiente de lo que hablaban los guías. Al pasar eso de no escucha y darme cuenta de ello me decía, bueno al llegar a casa puedes leer sobre todo.

Ya para regresar recordé  que tenía mi control con el psiquiatra, sabía que era factible que no iatse puede ir…

Al final fui, era como saber que debía ir aunque no sintiera que hubiera nada de raro, o algún cambio o algo, pero a la vez si.

Mi esposo me recomendó comentarle de mi estado irascible, que sí lo noté y muchoooo, pero achaqué a la urgencia de ser yo la que tomara el mando porque sino era así mi esposo no haría nada, se quedaría estático y perderíamos el tiempo y la gran ciudad nos comería.

Pues sí… es febrero, o mejor aun diciembre y enero los que avisan que en febrero se viene la cosa jajaja.

Efectivamente mi doctor me encontró “diferente”, y yo que no, pero sí.

Y aquí estamos con un nuevo medicamento porque al parecer el que tomo en la mañana no está actuando como debería, y el otro necesita apoyo.

No se podía suprimir y cambiar el que no está “trabajando” porque mi médico no estaría en caso de que el nuevo no funcionara, así que nuevo medicamento en la mañana que me tiraría a los brazos de Morfeo y solo estar “alerta” durante 2 ó 3 después de despertar.

Era de esperarse, el medicamento supongo en  para parar la máquina, decirle pare que se puede dañar, deje le hacemos mantenimiento… la cosa es que estar dormida todo el tiempo no era la idea más aun si por fin en muchossss años mi esposo y yo tendríamos unos días de “descanso” y no era la idea uno despierto y a otra fundida.

Pedí a mi médico cambiar el horario para la noche, de manera que el efecto de dormir fuera en el horario que todos esperamos o deseamos que sea.

Aquí estoy como dije hace un rato, recordando desde hace unos días que hace ya casi 3 años la cosa empezó por los mismos meses, y se fue “alborotando” con el paso de los días.

Que es esta época donde la cosa se pone fea y que estar alerta es la clave. He revisado no solo mis recuerdos, sino también una libreta que hace casi 3 años me sugirió una psicóloga donde debo anotar mi estado de ánimo y una calificación para él, el estado y calidad de mi sueño, así como qué medicamentos todo, la cantidad y cómo se deben tomar, y mis días de periodo (estos 3 últimos ítems los agregué yo).

Me siento bien, trato de evitar confrontaciones con mi esposo que es mi única compañía, aunque a veces me siento como la mamá que debe estar en todas, porque si no la cosa no funciona, menos si hay temas de salud de la otra parte que debes estar atenta porque sino sería una ensalada.

Leí a muchos y veo que la cosa es similar en la mayoría, no me quejo al final de todo, porque tengo la “gracia” de no trabajar y que eso empeore el tema por aquello de la necesidad de un sueldo y de tener que rendir y soportarme no solo a mí, sino a los demás. No tengo hijos, puedo dormir, a pesar de que a veces mi esposo no ayuda al hacer ruido cuando se despierta (aunque reconozco que ha sido muy receptivo con este tema, ya que sabe que si no duermo lo suficiente mi genio el resto del día es endemoniado jajaja y es mejor evitar supongo que es lo que piensa).

Y bueno, cómo va su enero y febrero?. Me gustaría leer algún comentario, o por lo menos un saludo.

Que pasen rápido el tiempo, la cosa se estabilice y la vida fluya hasta la próxima vez.

Apoyo y solidaridad

Hola para aquel que pase por aquí. Ya van varios meses en que no escribo, pero hoy al leer el blog de http://unbipolarmas.blogspot.com/2...