Ya sabemos todos que la película el Guasón
ha sido una de las más vistas durante esta semana de estreno, y ni qué decir de
lo que ha recaudado!!!
Desde que vi los adelantos me dije
hay que verla, fui el fin de semana pasado y pues valió la pena, excelente
actuación de Joaquín Phoenix, actorazo, y ni qué decir del trasfondo del tema.
Fue inevitable que muchos de los
asistentes aplaudiéramos al final de la proyección.
Mientas veía la película pensaba: este
hombre sufre de una enfermedad mental, no hay de otra. Pero cuando empezó a reírse
y le pasó una tarjeta a una señora indicándole que sufría de una enfermedad, y
no era que se burlada confirmé el asunto (llegué a casa y busqué, y si realmente
la enfermedad existía y encontré que se le denomina epilepsia gelástica pero
también se le conoce como risus
sardonicus o enuresis risosa. En otros lugares encontré que se llamaba
labilidad emocional, es decir este doloroso trastorno existe).
Estuve muy atenta a su entorno, a su
madre, a su tristeza profunda y ese deseo de cumplir sus deseos, pero de verse
poco valorado, y lo peor de todo: el saber que a pesar de que era CONSTANTE
tanto en el uso de sus medicamentos, como con las visitas a su terapeutas o trabajadora
social, eso no valió de nada, el estado, el medio, o lo que sea lo abandonó, lo
hizo a un lado, se encargó de hacerlo un ser INVISIBLE Y AUN MENOS IMPORTANTE, un enfermo
sin posibilidad de tratarse a pesar de su deseo y necesidad de hacerlo!!!
Esa es la salud mental que reina en
nuestro medio: es poca o nula, y la poca que hay en muchos casos es limitada, casi
que mendigada por quienes necesitan atención, cuidado, ayuda, y hasta misericordia.
Siempre, en las mañanas y en las tardes
agradezco por mi vida y todo lo que me rodea a todo nivel, y hago una mención
especial a la posibilidad de contar con acceso a la salud, a especialistas y
sobre todo a los medicamentos que bien sabemos que a veces llegan a ser un lujo
o privilegio. Agradezco por estar estable, bien, contar con un excelente entorno familiar y social, y el ser competente no
solo a nivel mental, corporal, y espiritualmente.
Ayer leía muchos artículos que comentaba
acerca de la película y encontré el siguiente comentario de una señora: “Demuestran la gran pasión por lo violento
en la humanidad”.
Pensaba: o la señora no ha visto la
película, o no entendió el mismo mensaje que muchos y yo captamos. Quizá pensaba
que los que alabábamos la actuación del actor y el contenido de la película hacíamos
una apología a la violencia.
Así que le respondí: “Estimada, yo lo
vería desde el punto de dar la importancia a la salud mental en nuestros días,
y la urgencia de ser diagnosticada y tratada eficientemente”.
Al final la señora me contestó: “interesante
sugerencia, gracias, así debe ser…”
Es verdad que la insatisfacción de la sociedad
de ciudad Gótica generó una inconformidad y violencia, y que el asesinato de
los 3 jóvenes por parte del Guasón hizo que su acción fuera tomada como una
especie de bandera para seguir levantándose, pero no se puede ver solo esa
arista.
Es necesario ver que el abandono del
enfermo mental y su mal manejo por parte del entorno: familia, cercanos y
servicio médico y social, pueden generar la pérdida irreparable de un ser humano
con deseos, sueños, capacidades y potencialidades.
Todos tenemos derecho a la salud y una
calidad de vida decente!!!
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