Los bipolares siempre estamos hablando de recaídas, de
subidas, de eutimia, de sentirse bien y dudar si es una alarma, de nos sentir
nada y pensar en que no vale la pena estar así, o de tal manera.
Es tan sencillo para algunos estar a full y seguir su vida,
o sentirse bajoneado, vivirlo y superarlo.
Pues yo aquí de nuevo, al igual que muchos de los blogs que
he leído en estos últimos días, parece que el fin e inicio de año son
determinantes.
Mi doctora ya me lo había dicho, pero como que uno no lo ve
o siente así, o quizá no lo quiere ver y sentir así.
Ahora en retrospección recuerdo que para diciembre no sentía
ese deseo de poner la decoración de navidad, pero que cuando lo hice me quedó
lindo, además de que innové la presentación del pesebre, pero algo no andaba
“normal”, el mes se me pasó rápido y la verdad no lo sentí navideño, jajaja, no
sé como expresarlo, como menos festivo. En mi país las novenas de navidad son
importantes y en mis creencias y tradiciones también, y a pesar de hacerla sola
porque no tengo amistades ni de mi país, ni del que vivo, pues la hago sola,
pero fue igual, como plano.
Se llegó enero y normal, pero empecé a sentir lo que en
febrero del año pasado: un arrastre de las frases, el saber las palabras pero
que no salen, el sentir la lengua medio trabada, no muy marcado, pero si
notorio para mí.
Tuve mi control con el psiquiatra y no hubo cambios de
medicamentos o aumento. Yo aun así “alerta”, pero no tanto.
Después se vinieron unos días de descanso con mi esposo y un
viaje por salud a la capital, y eso como que detonó todo: el estar en una
ciudad grande que te demanda estar atenta, no perder tiempo (aunque ahora veo
que no era perder tiempo, ya que tiempo había, aunque pensaba en los gastos de
más, que a la hora de la verdad se podían cubrir y se cubrieron). Adecuarse a
que yo soy rápida, no me avergüenza pregunta preguntar si es necesario, buscar
otras opciones etc. y eso entra en discordancia con lo que es mi esposo, más
lento, vergonzoso, con temor a preguntar, llevado a su idea y otras cosas hizo
que yo tuviera que tomar el mando (como siempre) y acelerarme, hasta el punto
de estar discutiendo casi todo el tiempo,
desesperarme, y él lentooooo jajaja.
Los días allí fueron diferentes, de conocer un poco pero a
regañadientes, porque el uno quería quedarse estático y la otra aprovechar la visita
a la ciudad, querer conocer y el otro quejarse porque la gente de la capital es
poco amable, “miente” a la hora de darte una orientación etc.
Al final choque todo el tiempo, pero después unos días de
irnos a otro lugar, uno que yo deseaba conocer y que si lo hubiéramos planeado
no se habría dado. Ahí de nuevo yo querer explorar al máximo, conocer, estrujar
todo y él lento…
Conocimos lugares hermoso, que para cualquiera en éste país
son costosos (y sí que lo son, pero vale la pena la inversión), pero al final,
al pasar los días y regresar a la realidad, me dí cuenta que no disfruté como hubiera
deseado, que quise abarcar tanto de esos lugares que no los exploré como
debiera ser, que me dedique a tomar fotos i videos que no recuerdo haber visto,
observado, oído y escuchado, sentido y explorado, y menos aun estar pendiente
de lo que hablaban los guías. Al pasar eso de no escucha y darme cuenta de ello
me decía, bueno al llegar a casa puedes leer sobre todo.
Ya para regresar recordé que tenía mi control con el psiquiatra, sabía
que era factible que no iatse puede ir…
Al final fui, era como saber que debía ir aunque no sintiera
que hubiera nada de raro, o algún cambio o algo, pero a la vez si.
Mi esposo me recomendó comentarle de mi estado irascible,
que sí lo noté y muchoooo, pero achaqué a la urgencia de ser yo la que tomara
el mando porque sino era así mi esposo no haría nada, se quedaría estático y
perderíamos el tiempo y la gran ciudad nos comería.
Pues sí… es febrero, o mejor aun diciembre y enero los que avisan
que en febrero se viene la cosa jajaja.
Efectivamente mi doctor me encontró “diferente”, y yo que
no, pero sí.
Y aquí estamos con un nuevo medicamento porque al parecer el
que tomo en la mañana no está actuando como debería, y el otro necesita apoyo.
No se podía suprimir y cambiar el que no está “trabajando”
porque mi médico no estaría en caso de que el nuevo no funcionara, así que
nuevo medicamento en la mañana que me tiraría a los brazos de Morfeo y solo
estar “alerta” durante 2 ó 3 después de despertar.
Era de esperarse, el medicamento supongo en para parar la máquina, decirle pare que se puede
dañar, deje le hacemos mantenimiento… la cosa es que estar dormida todo el
tiempo no era la idea más aun si por fin en muchossss años mi esposo y yo
tendríamos unos días de “descanso” y no era la idea uno despierto y a otra
fundida.
Pedí a mi médico cambiar el horario para la noche, de manera
que el efecto de dormir fuera en el horario que todos esperamos o deseamos que sea.
Aquí estoy como dije hace un rato, recordando desde hace
unos días que hace ya casi 3 años la cosa empezó por los mismos meses, y se fue
“alborotando” con el paso de los días.
Que es esta época donde la cosa se pone fea y que estar alerta
es la clave. He revisado no solo mis recuerdos, sino también una libreta que
hace casi 3 años me sugirió una psicóloga donde debo anotar mi estado de ánimo
y una calificación para él, el estado y calidad de mi sueño, así como qué medicamentos
todo, la cantidad y cómo se deben tomar, y mis días de periodo (estos 3 últimos
ítems los agregué yo).
Me siento bien, trato de evitar confrontaciones con mi esposo
que es mi única compañía, aunque a veces me siento como la mamá que debe estar
en todas, porque si no la cosa no funciona, menos si hay temas de salud de la
otra parte que debes estar atenta porque sino sería una ensalada.
Leí a muchos y veo que la cosa es similar en la mayoría, no
me quejo al final de todo, porque tengo la “gracia” de no trabajar y que eso
empeore el tema por aquello de la necesidad de un sueldo y de tener que rendir
y soportarme no solo a mí, sino a los demás. No tengo hijos, puedo dormir, a
pesar de que a veces mi esposo no ayuda al hacer ruido cuando se despierta (aunque
reconozco que ha sido muy receptivo con este tema, ya que sabe que si no duermo
lo suficiente mi genio el resto del día es endemoniado jajaja y es mejor evitar
supongo que es lo que piensa).
Y bueno, cómo va su enero y febrero?. Me gustaría leer algún
comentario, o por lo menos un saludo.
Que pasen rápido el tiempo, la cosa se estabilice y la vida
fluya hasta la próxima vez.
Ay madre!!!! Me siento tan identificada contigo. Yo no entiendo cuando dicen que hay personas con trastorno bipolar que pasan años estables y llevan una vida normal, supongo que los habrá o sino no lo dirían, pero yo ando parecido a ti. Al final los cambios de ánimo, la irascibilidad, el tener que seguir una rutina saludable, dar con el tratamiento adecuado, no estresarse y otros muchos detalles relacionados con el trastorno consigue afectar el día a día.
ResponderEliminarPor cierto que gracia tu marido sabiendo que mejor que duermas bien para que no te conviertas en el demonio, jajjjjjjjajjjj. El mio cuando lo ve muy mal me trae chocolate el mamón.
Hola, mira todo el tiempo que ha pasado y yo no había leído tu comentario.
EliminarDisculpa, no es que no quiera, es que no sé por qué no me llega una especie de aviso de comentario, y la otro es que como casi nunca recibo" comentarios pues menos reviso.
Sabes que me pregunto cómo tu: cómo es eso de pasar de largo años sin efectos bipolares.
Yo te diré que me siento afortunada porque mis cambios son en meses "específicos" y eso me facilita la cosa...
Hay una chica que leo y ella si me sorprende. Para ella los cambios son más frecuentes y me digo: nooooo mijita Usted si se queja por nada jajajaja.
Oye y quiero chocolates de esos que te llevan jajaja, es bueno compartir con los compatriotas bipolares :)
Un abrazo